Requiem di me
Publicado el 13 de Marzo, 2008, 11:39.
en General.
Referencias (0)
Lo que todos conocemos por el REQUIEM de Mozart fue un encargo realizado por el Conde Franz Walseeg zu Stuppach para conmemorar la muerte de su esposa. Sé que éste Conde estrenó la pieza y también sé que, finalmente, el REQUIEM apareció bajo el título Réquiem di me. ¿Por qué os cuento esto? Principalmente porque es de las pocas piezas de música clásica que realmente me apasionan y me hacen sentir infinidad de olores distintos y majestuosos. También porque la historia en sí de la última composición de Mozart y del hecho de que fuera una misa fúnebre me apasiona. Dicen que el Conde lloró. Dicen que Constanza también arrojó lágrimas por el artista muerto. Sinceramente paso de deciros lo de la obra inacabada y que hay teorías sobre lo que compuso él y lo que concluyó Susmayr. Siempre he sido de la opinión que siendo discípulo de quien era habría recibido el encargo en el lecho del propio Mozart y le habría comentado más o menos cómo debía concluir la obra, con lo que no me preocupa. Me preocupa, eso sí, que ayer tocara No me tengáis ahora por un hipócrita o cínico o lo que sea. Parece que si dices que te gusta alguna pieza de Música Clásica o te apasiona tal estilo la gente te mira por encima del hombro y te tachan de cosas perversas inquiriendo que sólo escuchas esto o hablas de eso para dártelas de culto. Es triste que tenga que pasar esto. Sin embargo dices que te apasiona Neal Morse, que te corres del gusto escuchando a Nick Cave y nadie dice nada porque no los conocen, pero dices que te gusta “la sinfonía nº1 en Mi Bemol” y se acojonan y te dicen que eso te lo has aprendido y lo has escuchado por fardar. A ellos les importa una mierda que los buenos de Rush basaran todas sus paridas instrumentales tan amadas en movimientos de Haydn o Vivaldi. Les da igual que los rockeros de hoy en día monten grupos del tipo Tran-Siberian Orchestra y escriban un disco de título “Beethoveen last night” mezclando música propia con piezas del genial maestro y triunfen como Me pierdo en críticas a esta sociedad de fachadas fascistas. Decía que me hubiera encantado escuchar esa pieza con más tranquilidad y debo decir que a pesar de todo, oír a un coro en directo cantando Lacrimosa realmente acojona. Mola muchísimo. |